Llega un verano con más mosquitos, mosca negra, ratas y cucarachas
Los especialistas consideran que el parón de los desplazamientos internacionales de viajeros por la Covid-19 reducirá este año la presencia de los chinches de cama
Las altas temperaturas y las lluvias abundantes de esta primavera amenazan con un verano en el que proliferarán los mosquitos, mosca negra, cucarachas y roedores, según las previsiones de la Asociación de Empresas de Desinfección y Control de Plagas de Cataluña (ADEPAP).
Por contra, los especialistas consideran que el parón de los desplazamientos internacionales de viajeros por la Covid-19 reducirá este año la presencia de los chinches de cama.
Coincidiendo con el Día Mundial del Control de Plagas, que se celebra este sábado, 6 de junio, la asociación, que ha visto como con la pandemia ha aumentado de manera exponencial el trabajo de sus empresas agremiadas, ha recomendado la prevención como principal medida para controlar las plagas que pueden llegar con el calor.
Con una primavera lluviosa y con puntas de temperatura que han alcanzado los 30ºC, los especialistas ya han comprobado que este año se ha adelantado la aparición de los mosquitos y de la mosca negra.
Para combatir el mosquito, aconsejan tomar medidas para evitar los sitios artificiales con agua propicios para la puesta de huevos y el desarrollo de la fase larvaria acuática, ya que este año, la climatología de los últimos meses ha propiciado un hábitat favorable para la cría de las larvas de estos insectos.
El presidente del ADEPAP, Quim Sendra, ha explicado que las lluvias y el calor de las últimas semanas han creado las condiciones «óptimas« para que los mosquitos puedan reproducirse y por eso «puede haber una explosión más importante de lo habitual«.
Al mosquito tigre, además, le basta con «pequeños charcos o el agua que queda en el fondo de las macetas«, ha recordado Sendra, que pide evitar acumulaciones de agua estancada.
Sendra también ha recordado que no hay ninguna evidencia científica de que las picaduras de los mosquitos sean vectores transmisores del virus SARS-CoV-2, al contrario de lo que ocurre con otras enfermedades como el Dengue, el Zika y el Chikunguña.
Con respecto a la mosca negra, las plagas se focalizan en espacios públicos como ríos, arroyos, y a menudo afectan a más de un término municipal.
Las lluvias abundantes del invierno y de la primavera han hecho que muchos ríos y arroyos tengan todavía bastante caudal de agua, condiciones que hacen que «la mosca negra llegue a zonas donde no era habitual, a los cauces de muchos ríos, cuando normalmente afectaba en zonas más limitadas, especialmente en el río Ebro«, ha detallado Sendra.
La picadura de la mosca negra es muy molesta y dolorosa y puede producir una fuerte picor y incluso edemas, que pueden tratarse con antihistamínicos y antibióticos, en caso de infección.
En cuanto a las cucarachas, las medidas preventivas son principalmente limpiar y mantener todo el sistema de tuberías y de arquetas del alcantarillado.
El presidente de ADEPAP ha desaconsejado usar insecticidas domésticos, «ya que pueden trasladar la plaga a otros lugares» y «algunos insecticidas mal usados pueden llegar a ser un problema para la salud de las personas, no siempre son efectivos y terminan teniendo un coste económico elevado».
La asociación también ha detectado en los últimos años un incremento de incidencias por roedores.
Concretamente, en Cataluña hay un incremento de incidencias con la rata gris (Rattus norvegicus), pero también son crecientes los casos de presencia de rata negra (Rattus rattus) en los entornos urbanos, «donde habitualmente no estábamos acostumbrados».
El incremento de las restricciones de uso de algunos productos biocidas, sumado a la gran capacidad de adaptación de estos animales y las resistencias que van apareciendo en algunas materias activas, hace que cada vez sea más complejo mantener las poblaciones bajo los umbrales de tolerancia, según Sendra.
Una de las plagas que había ido en aumento en los últimos años en Cataluña era la de las chinches de cama porque, según Sendra, «la globalización, el transporte de mercancías y los viajes de las personas han hecho que proliferen de nuevo«.
En la mayoría de casos las chinches llegan a las casas transportados en la propia ropa o las maletas de viaje.
«A raíz de la crisis mundial provocada por la pandemia del Covid-19 se han reducido drásticamente los viajes y esto hará que este verano esta plaga tenga mucha menos incidencia en el ámbito particular«, ha augurado el especialista.
A finales de verano también se prevé que aumenten los casos de nidos de avispa asiática, un depredador que ataca la abeja de la miel, con una gran capacidad de adaptación, que crece año a año en España.
Las picaduras de este insecto causan un dolor intenso, seguido de una quemazón parecida a la de una quemadura, además de ocasionar perjuicios a apicultores y fruticultores.